Teatro y Psicodrama
¿Cuales son las fronteras y las transiciones entre el Teatro y el Psicodrama?
Nos proponemos reflexionar sobre las relaciones y diferencias entre el teatro, la vida y el psicodrama. Partimos de dos conceptos fundamentales que nos ayudan a transitar por estas fronteras, a veces más claras y otras mas confusas: el lugar del espectador y el tipo de ficción desarrollada.
En cuanto al lugar del espectador, consideramos que la escena requiere de la presencia de un espectador al cual se dirige. Éste puede ser real o imaginario, y podrá ocupar diferentes posiciones en cuanto a cómo observa y qué grado de participación adquiere en la escena.
En cuanto al tipo de ficción, partimos de la base que en la "normalidad psíquica" se ha podido acceder al nivel de desarrollo que Moreno denomina ‘matriz de la brecha entre fantasía y realidad’, es decir, que es posible mantener estos dos mundos diferenciados y coexistentes. La ficción es un fenómeno que por definición es en parte realidad y en parte fantasía, permitiendo establecer un puente entre los dos mundos.
A partir de estos dos conceptos se definirán diferentes géneros teatrales según la posición del espectador y el tipo de ficción.
Por otro lado, definimos una psicopatología del hombre en acción a partir de estas dos observaciones: el lugar del espectador en las diferentes estructuras psicopatológicas, y el grado de ficción posible en las diferentes psicopatologías. Partiendo de esta concepción desarrollamos un modelo de intervención psicodramática destinado a producir transformaciones y a aliviar el sufrimiento mental y en las relaciones humanas.
El teatro el psicodrama y la vida.
¿La vida es un teatro o el teatro es una expresión de la vida?
El psicodrama pretende crear un escenario transicional que interacciona, por un lado con el teatro mental, y por otro con la vida del participante del psicodrama. Además, consideramos la existencia de un ‘escenario ampliado’ que puede desplazarse entre el despacho del psicodramatista, la calle, la escuela, la casa, o los nuevos escenarios tecnológicos.
También podemos hablar de ‘los teatros’: los teatros del cuerpo, los teatros de la mente y los teatros sociales. Evidentemente no están separados, ya que el ser humano, como ser biopsicosocial, está permanentemente expresándose en estos diversos teatros debido a la capacidad multirepresentacional de la escena humana.
Sin embargo, a diferencia de las culturas primitivas en las cuales, por ejemplo, en los rituales chamánicos el chaman realizaba una representación teatral, grupal-tribal y psicosomática que tenía claras finalidades sociales y curativas, en nuestra cultura distintos oficios se ocupan de cada uno de estos teatros. En y desde los teatros del cuerpo intervendrán por ejemplo los médicos, bailarines y coreógrafos. En cuanto a los teatros de la mente serán los actores, psicoterapeutas, psiquiatras, educadores. Y en los teatros sociales, los educadores, actores y directores de teatro, sociólogos, psicólogos, políticos y comunicadores. Esta diversificación se produce por la disociación entre las diferentes dimensiones corporal, psicológica y social de lo humano.
Concluyamos con una pregunta ¿Es terapéutico el teatro?
El teatro es terapéutico de por sí como todo arte o actividad que permite sublimar y transformar los impulsos destructivos del ser humano y de la sociedad. El teatro en psicoterapia o psicodrama requiere tres tareas fundamentales: en primer lugar, el estudio de la psicología normal y de la psicopatología; en segundo término, el estudio de métodos de transformación psíquicas adecuados a las diversas patologías; y en tercer lugar, pensamos y proponemos que la formación de equipos interdisciplinares de actores, directores y psicoterapeutas es un instrumento de trabajo de gran potencia transformadora.
Continuaremos reflexionado sobre este tema en un próximo artículo.
Raúl Vaimberg
Director de GRUP Formació.
